Artículo: “No hay tiempo para gobernar, siempre hay elecciones”, por Pedro Villanueva, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio, publicado en la columna de opinión «El Politoscopio», en La Nueva Crónica del día 17 de mayo de 2021

Artículo: “No hay tiempo para gobernar, siempre hay elecciones”, por Pedro Villanueva, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio, publicado en la columna de opinión «El Politoscopio», en La Nueva Crónica del día 17 de mayo de 2021

El Colegio les recomienda la publicación de Pedro Villanueva, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio, en «El Politoscopio», la columna de opinión de los lunes en La Nueva Crónica de León.

“No hay tiempo para gobernar, siempre hay elecciones”

No hay tiempo para gobernar, siempre hay eleccionesEL POLITOSCOPIO La pandemia no ha servido para aprobar leyes adaptadas a esa situación sanitaria como en otros países. El Gobierno de Sánchez tan sólo ha sacado adelante un Real Decreto, que genera serias dudas respecto a su constitucionalidad, y está produciendo un enorme malestar entre las diferentes Comunidades AutónomasNuestros vecinos franceses y alemanes han adaptado su legislación a la situación sanitaria que estamos viviendo, y de este modo, tomar medidas oportunas respecto a confinamientos, limitaciones horarias o cierres perimetrales, todo ello amparados por la Ley y dentro de sus respectivas Constituciones. El Gobierno de Sánchez tan sólo ha sacado adelante un Real Decreto, que genera serias dudas respecto a su constitucionalidad, y está produciendo un enorme malestar entre las diferentes Comunidades Autónomas y sus respectivos Tribunales Superiores de Justicia, generando una ingente y variada lista de sentencias.

Y no se ha legislado porque directamente, no se ha querido; tiempo y apoyos se han tenido. De hecho, si revisamos las publicaciones del BOE, podemos ratificar esta afirmación, ya que han entrado en vigor, en lo que llevamos de 2021, seis Leyes Orgánicas, con mayor fuerza de Ley que un simple Real Decreto. La pregunta es bastante controvertida ¿Podemos pensar que el actual Gobierno lo ha hecho intencionadamente? El nuevo sistema de co-gobernanza da un poder inusual a los asesores políticos que, a cada momento, ganan más influencia y poder convirtiéndose en auténticas élites políticas. En este caso, tenemos un claro ejemplo de esta influencia, una influencia enfocada a la toma de decisiones con una clara visión de marketing político: buscar evitar una derrota en unas futuras elecciones nacionales.

Una nueva subida de impuestos está a nuestras puertas; para esto sí que se legisla rápido y eficientemente. La situación real de la economía, finalmente genera respuestas lógicas, y con una deuda del PIB del 120% no hay muchas más opciones; pero el verdadero peligro viene del impuesto oculto,de esa definición sobre un tecnicismo económico que hace unos meses era tabú y del que hoy hablan todos los gurús de referencia y que hace tambalearse a economías de primer nivel como EE.UU; Inflación. Y es que el término inflación, no es desconocido en nuestra historia, de hecho, después de la Segunda Guerra Mundial, hubo países con una deuda superior a la que hoy presenta nuestro país y que buscaron en una subida de los precios de los productos, un perfecto método de recaudación, aunque ello conllevase la pérdida de poder adquisitivo de las familias, siendo letal para los más vulnerables; y por tanto una medida muy poco social y progresista.

Hablemos de Gran Bretaña, por poner un ejemplo: presentaba una deuda sobre el PIB del 238%, es decir, doblaba con creces nuestra deuda actual. ¿Imaginan con qué se pudo hacer frente a esta cifra astronómica y salir del atolladero? La respuesta es con una subida de los precios de los productos, con Inflación; con el consiguiente aumento de la desigualdad social: los ricos más ricos, la clase media con menos recursos y un aumento considerable de los más pobres.

Y es que, si fijamos nuestra mirada sobre los precios de los productos pre-COVID y los actuales en cualquier estantería de un supermercado de nuestro país, vemos un aumento exponencial de los precios, incluidos los bienes de primera necesidad. En un primer momento se quiso disipar dicha subida de los precios, culpando a la pandemia y a la dificultad de producción y transporte; pero la realidad es otra: actualmente los precios no sólo se han mantenido, sino que han aumentado. El IPC en marzo se ha disparado un 1,3%, la mayor subida en cuatro años (antes del COVID) y de seguir esa tendencia, tendríamos subidas anuales del IPC de más del 4%.

Para sumar, una crisis social azota Colombia, Israel y Palestina vuelven a enfrentamientos sangrientos, el golpe militar continúa segando vidas de inocentes en Myanmar (Birmania), las cifras de muertos por el COVID en India y Brasil no para de crecer…y aquí, hablamos del nuevo corte de pelo de Pablo Iglesias; un sin vivir. Por cierto, el Vaticano está planteando excomulgar a los mafiosos; auguramos que no les faltará trabajo, sobretodo en España.

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