Fuente de la imagen: Colpolsoc
Adiós al sociólogo italiano Giovanni Sartori
Nos dice adiós uno de los grandes sociólogos contemporáneos, el politólogo y sociólogo italiano Giovanni Sartori, que ha fallecido a los 92 años.
Giovanni Sartori nació en el año 1924, en Florencia, y sus publicaciones e investigaciones han tenido una relevancia mundial, destacando en el campo de la democracia y los sistemas de partidos. Casado con Isabella Gherardi, pintora y fotógrafa, compañera y amiga.
Fue galardonado entre otros premios por el premio Príncipe de Asturias para las Ciencias Sociales en el año 2005, y nos deja grandes obras sociológicas y políticas para la posteridad como: “¿Qué es la democracia?” publicada en 1997, “La sociedad multiétnica: pluralismo, multiculturalismo y extranjeros” en el año 2001 o con el referencial “Homo videns: la sociedad teledirigida” de 1998. Su último libro fue publicado en junio de 2015 “La carrera hacia ninguna parte. Diez lecciones sobre nuestra sociedad en peligro”. De sus obras destacamos que seis de ellas fueron traducidas al castellano por el Decano del Colegio Nacional de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología, Miguel Ángel Ruiz de Azúa.
Sus obras tienen una posición crítica con la sociedad del consumo, y de la manipulación mediática.
Se consideraba ateo convencido y entre sus declaraciones más polémicas estaban las relacionadas con su crítica hacia las religiones, en especial a la religión católica en lo que se refiere a la falta de concienciación, responsabilidad y actuación en cuanto al control de la natalidad, ya que considera uno de los grandes problemas de la humanidad, el exceso de población frente a los recursos.
El mismo se describió como “extravagante”, en el discurso de la entrega de premios Príncipe de Asturias, ya que sus posiciones eran poco convencionales dentro de los discursos intelectuales.
Su visión frente al término de multiculturalidad era sin duda la cuestión más polémica de sus debates, enfocando su tesis hacia el conflicto generado por los crecientes fenómenos migratorios, y cuyas afirmaciones generan bastantes controversias. Algunas de ellas son las siguientes: “La civilización occidental y el Islam actual son fundamentalmente incompatibles”, sostuvo en una entrevista realizada al periódico del país en 2001.
No podemos obviar la falta de empatía del pensador en relación a la convivencia multicultural en vez de entablar cauces de unión establece discursos que favorecen la sepación entre Oriente y Occidente: “El multiculturalismo no existe. En nuestra sociedad tenemos unas normas generales, unos principios. El inmigrante puede hacer en su casa lo que quiera, pero debe aceptar las reglas del Estado que le acepta». La integración de musulmanes en sociedades no islámicas no se ha logrado porque, asegura, «el islam no tiene capacidad de evolución».
A pesar de los desacuerdos e indignación que nos generan muchas de sus afirmaciones y sus posiciones, especialmente en relación a su falta de empatía y de profundidad en el análisis del multiculturalismo, en el cual expone más una visión desde una perspectiva ideológica, que un análisis sociológico de la realidad, debemos reconocer que sin duda fue un analista de la sociedad, crítico también con el poder italiano, y con sus representantes, así con la Unión Europea, de la que asegura: «Es un monstruo. La Europa de los 28 es una entidad muerta, no existe. No es capaz ni de parar la inmigración. En mi nuevo libro aporto soluciones: Europa necesita un presidente experto en economía».
Sin duda un pensador polémico, poco convencional, crítico, mordaz, que independientemente las antipatías o simpatías, que puedan incitar sus declaraciones expone algunos de los grandes problemas a los que deben enfrentarse hoy en día las sociedades y lo hace sin tapujos.
Enlaces:
Publicación del períodico el País
Publicación del Huffington post
Publicación en el Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Sociología
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